top of page
Buscar

A los problemas no les gusta andar en moto.

Estoy en mi sala y, de pronto, ahí están Ansiedad, Estrés y Conflicto. No es que los invite, pero siempre encuentran la manera de colarse en mi vida al menor descuido.

"Hoy vamos a seguirte todo el día", dice Ansiedad, revoloteando como una mosca molesta.

"Sí, tenemos mucho de qué hablar", añade Estrés, frotándose las manos.

Ya me cansé. Voy al garaje, me subo a mi moto y arranco. En el espejo retrovisor los veo reuniéndose en la entrada del garaje.

"Deberíamos seguirlo", sugiere Conflicto.

"Bueno, pero ese ruido del motor me estresa más", se queja Estrés.

"Y quién sabe qué otros problemas encontraremos en el camino", añade Ansiedad.

Me largo y acelero, dejándolos atrás en una nube de polvo y dudas. Llego al mirador, me quito el casco y respiro aliviado. Ahora ya no tengo la sensación de que me están siguiendo.

Regreso a casa y ahí están, como si nada.

"¿Nos extrañaste?", pregunta Ansiedad.

"Ni un poco", respondo. "De hecho, me di cuenta de que hay un lugar donde ustedes no se atreven a seguirme: mi moto."

Se miran entre ellos, sabiendo que es verdad. Y eso, amigos, es un gran triunfo para mí.



Comments


bottom of page